LA ESCUELA ES LA RESPUESTA A UN MOVIMIENTO QUE NOS ACOMPAÑA

¿No es estar profundamente bien la aspiración, el anhelo, la esperanza y añoranza, la búsqueda de todo ser humano, de cada uno de nosotros? ¿No es querer tener una vida sin sufrimiento lo que aparece en nuestro interior cada vez que estamos mal?

Si no hemos logrado ese tipo de vida, ¿a qué es debido?; ¿por qué no vivimos en paz y contentos en lo más íntimo? ¡Ahora tenemos la oportunidad de descubrirlo y aprender a vivir de acuerdo a ese movimiento que forma parte de nosotros!

  • ES una conversación amigable y respetuosa entre dos seres humanos.
  • NO ES un ciclo de conferencias impartidas por una autoridad, por alguien que sabe.
  • SE TRATA DE UN ENCUENTRO que facilita la acción de ponerse en contacto con lo que ya sucede dentro, con la propia y compleja realidad. Que solo puede ser transformada cuando es reconocida y entendida. De esa manera el que asiste a la escuela se va convirtiendo en un libro donde puede aprender a leerse, a conocerse.
  • NO TRATA DE TRANSMITIR nuevas informaciones, porque piensa que son las nuevas ideas, las reflexiones y convencimientos, los que producen cambios significativos en el interior. Lo que no es cierto, porque así se continúa siendo "analfabeto" del mundo propio y alejado de sí mismo.
  • PRETENDE INICIAR en el camino del propio conocimiento, que es lo único que produce un nacimiento, un despertar, un cambio en las profundidades, sin vacíos ni descontentos.
  • NO PERSIGUE MEJORAR, que es cambiar comportamientos y algunas actitudes, pero dejando sin cuestionar las raíces transmitidas, los cimientos introyectados. Cuando se procede así no se ha caído en la cuenta de que fuimos hechos desde fuera y cuál es el funcionamiento de un ser humano. Es una forma de actuar que crea vacío y descontento en lo más profundo.
  • ES UN ESPACIO para aprender a desplegarnos como seres inteligentes, haciéndonos preguntas sobre quiénes somos, qué hacemos aquí, qué pasa en las relaciones, por qué sufrimos, por qué no hay contento en lo más íntimo, etcétera. Interrogantes que requieren que descubramos las respuestas por nosotros mismos.
  • NO ES UN ESPACIO para aprender la obediencia, la pasividad, la dejación en manos de los otros y de las circunstancias de nuestras vidas.
  • ES APRENDER a darle una respuesta al movimiento que llevamos dentro de estar siempre bien y no sufrir, que surge de la humanidad de cada uno.
  • NO ES UN APRENDIZAJE basado en lo que "debes" pensar, sentir y hacer. "Deberes" que provocan todo tipo de acciones violentas, represivas, contra nuestra situación real, que seguirá sin resolverse y con un interior alterado, no pacífico.
  • Iniciar el camino de hacernos conscientes de nosotros mismos, de los otros y de nuestro estar en el mundo.
  • Despertar el proceso de hacernos humanos.
  • Conocer y entender nuestra realidad.
  • Plantear los interrogantes existenciales acerca de quiénes somos y qué hacemos aquí.
  • Facilitar que se dé una respuesta personal, vista por uno mismo, a las grandes preguntas que acompañan a todos los seres humanos.
  • Ofrecer los medios para que las personas puedan aprender a comunicarse y a escuchar.

Si conversamos de lo que nos pasa
si contactamos con ello, reconociéndolo
por un tiempo significativo
se producirá un bienestar interno
y aprenderemos a vivir con intensidad
y sin tanto sufrimiento

  • La Escuela va dirigida a cualquier persona que por su edad y condición sea capaz de pensar.
  • A las personas que quieran conocerse a sí mismas.
  • A los que deseen aprender a establecer relaciones que humanicen y sean satisfactorias.
  • A los padres, abuelos, educadores, que tengan la función de facilitar un camino de humanización a otros seres.
  • A las parejas que vean la necesidad de avanzar en el entendimiento y en el cariño mutuo.
  • Se trata de aplicar un camino o método que nos lleve al despliegue de nuestra humanidad. Que cumpla verdaderamente ese objetivo y que en lo íntimo no produzca vacíos y descontentos.
  • El camino metodológico consiste en aprender a mirar, entender con libertad y abrirse a la propia realidad, al punto real donde estemos.
  • Este método no admite ni plantea ningún tipo de "debería", que es el que nos obliga a sentir y a hacer algo contrario a lo que nos ocurre en el interior. Pretende que se conozca lo que nos pasa, como paso ineludible para solucionarlo y actuar en consecuencia.
  • Este camino evita que la persona aprenda de memoria, invitándola continuamente a que reflexione y descubra en sí misma lo que quiera que se le exponga.